Agotamiento y deportistas
Los deportistas abandonan la práctica deportiva debido a la presión
excesiva o porque ya no se divierten. La elevadas expectativas creadas
generan una presión sobre ellos ante la que reaccionan desarrollando
miedo al fracaso, ansiedad, frustración con los entrenadores, sensaciones
de trabajo excesivo (es decir sobreentrenamiento) o depresión.
Los informes anecdóticos de deportistas agotados tienen varios puntos
en común: sienten la presión de padres y entrenadores para rendir a un
alto nivel, y se han preparado con gran intensidad durante demasiado
tiempo a costa de otros placeres de la vida.
Un estudio de Silva (1990) puso de manifiesto que los deportistas
universitarios experimentaban agotamiento aproximadamente una o dos veces
durante su carrera, casi siempre al final de temporada, y entre las causas
señaladas se incluían la dureza del entrenamiento, la fatiga física
extrema, el tiempo insuficiente para recuperarse del estrés competitivo,
la incapacidad para afrontar dificultades y la frustración a la hora de
intentar satisfacer a todo el mundo.
Hay un cuadro característico que podría provocar el agotamiento del
deportista. En primer lugar, éste cae en un bache (es decir, un período
prolongado de bajo rendimiento personal), en el cual, aunque no se
detectan problemas de ejecución, sus resultados no llegan al nivel
personal habitual. Ante ello, reacciona compensando en exceso esa carencia
con un entrenamiento suplementario, lo que inicia un círculo vicioso en
el que el exceso de entrenamiento provoca cansancio. Si el problema se
agrava, el resultado final es el agotamiento.
Adaptación libre de WEINBERG,
R.S y GOULD, D (1996). "Fundamentos de psicología del deporte y el
ejercicio físico". Ariel Psicología. |